FUENTE GUINALDO
Continuando la tarea emprendida, de poner de relieve las necesidades y aspiraciones que sienten los pueblos del Distrito, nos ocuparemos hoy de las que afectan a Fuente Guinaldo.
No es cosa de encarecer ni revelar en este momento, la importancia de tan simpática villa, que, acaso siga en orden al mismo Ciudad Rodrigo y que, por tanto, es acreedora a una especial atención por parte de nuestros representantes en las Cortes y la provincia y de la que, sin embargo no disfruta.
Así ocurre y bien puede decirse sin exagerar, que, al contrario, es una de las más olvidadas, tal vez por el falso concepto que se tiene de su valía y poderío propios; eri hay empresas y mejoras que, por mucho que pueda un pueblo, no están a su alcance, si no se les presta algo de protección y apoyo.
Al leer esto, muchos dirán que Fuente Guinaldo poco puede desear ni necesitar y, no obstante, hace años que está piando, valga la frase, por una necesaria mejora y aún no la ha logrado conseguir. Una carretera que le una con Bodón, o con la de Ciudad Rodrigo a este último pueblo.
Cuando se proyectó el trozo tercero de la del Puente de Guadancil a esta ciudad, se pudo lograr que la misma, aunque a costa de algún rodeo, hubiese pasado por Fuente Guinaldo; pero sea por ignorancia del asunto, por apatía o falta de oportunidad, el caso es que se dejó perder tan bonita ocasión y ya hoy no caben más que lamentaciones ociosas porque de nada han de servirnos.
La esperanza que resta a Fuente Guinaldo y que debe trabajarse para convertirla en realidad, es la prolongación de la carretera de Salamanca a Alberguería, que hoy termina en Ciudad Rodrigo y que, con poco trabajo, ahorrando longitud y, por tanto, dinero, puede hacerse pasar por dicha villa.
Lo que, para conseguir esto, puede hacerse, creemos es lo siguiente: Primero, obtener la orden de estudio o replanteo del trozo que corresponda, y, como se pueda, su más pronta construcción. Segundo, que en esta orden se consigne que Fuente Guinaldo ha de ser punto obligado de paso. Y decimos esto, porque, según nuestros informes, en un estudio de dicho trozo, hecho hace muchos años no pasaba el trazado por esa villa, sino que de la Alberguería iba a empalmar con el camino de Ciudad Rodrigo a Vadocarros, por junto al arroyo de Robliza; y en la forma que indicamos, el empalme podría hacerse en Bodón y así la carretera imprescindiblemente tendría que cruzar Guinaldo.
Otra solución puede ofrecerse a Fuente Guinaldo, para lograr la carretera que desea, y se reduce, a conseguir de la Diputación, el arreglo o reparación total del camino que de Bodón a dicha villa conduce y que creemos está considerado como carretera provincial; pero cuyo estado de conservación es tan lamentable, que ni merece ese nombre, ni presta la utilidad que de serlo reportaría. Para poner este camino o carretera en las necesarias condiciones de viabilidad, es menester que la Diputación se acuerde y ejecute su arreglo, incluyendo en él, aparte del afirmado, varias pequeñas obras de fábrica de ineludible construcción, y atender luego a su entretenimiento con la asiduidad debida. Y si esta conservación posterior, resultase muy gravosa para la provincia, pudiera cederse la carretera al Estado, cosa que creemos es bien fácil de conseguir.
Estas dos soluciones son las que pueden llevar a Fuente Guinaldo al logro de sus deseos; y no dudamos que si se trabajan con fe y entusiasmo, cerca de nuestros representantes en las Cortes y la provincia, se verán pronto realizadas, ya que en su sola petición llevan el más poderoso argumento: el ser de justicia.
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