Sr. Director de LA IBERIA.
Muy señor mío; Amante como el que más del engrandecimiento de nuestra patria, conocedor del entusiasmo con que ese semanario defiende esa misma idea, y creyendo que el proyecto que a continuación se expone es altamente beneficioso para el país en general, me permito molestar su atención y la de los lectores con estas mal hilvanadas líneas.
No sé cómo habiendo tantos capitales, según se dice, en España aguardando colocación, no han ideado sus afortunados poseedores emplearlos en un ferrocarril, aunque sea de vía estrecha, que partiendo del Cañaveral, estación importante de la línea del Tajo, venga caminando al Norte a Torrejoncillo y Coria, y de allí, atravesando la pintoresca y feraz, cuanto olvidada Sierra de Gata, por el Puerto de Perales (único punto por donde la locomotora puede pasar esta áspera sierra sin enormes obras de fábrica) seguir por Peñaparda, Guinaldo, Bodón y Ciudad Rodrigo, a enlazar allí con la línea que de éste punto parte directamente por Salamanca a unirse en Medina con la que de Madrid conduce al Norte. Con un mapa en la mano se verá que este ferrocarril no sería, como la mayor parte de los que se construyen, para servir a una pequeña zona, sino que resultaría una de las vías de más movimiento e importancia de España. Me explicaré.
Cuando desde Cádiz, la punta más suroeste de España, se viene caminando al Norte, se pasa por Sevilla, y de allí directa, muy directamente por Mérida a Cáceres, y luego pasado del Tajo, al Cañaveral. Desde allí deja la vía llamada del Tajo a dirección Norte, y toma la del Este para llegar a Plasencia, en donde los viajeros y mercancías toman la línea del Noroeste hasta Salamanca, de dónde pueden seguir por Medina al Norte. En el mapa se verá lo que se aparta de esta dirección está vía y cuántos trasbordos, gastos y entorpecimiento se les ocasionan a los viajeros y mercancías que caminan al Norte o al Noroeste por este camino y cuánto se pierde por no haber un ferrocarril que desde el Cañaveral conduzca directamente a Ciudad Rodrigo a tomar allí la línea de esta ciudad a Salamanca.
Pero hay más. La línea de qué se trata seguiría paralela a la frontera portuguesa en casi toda ella, cortando los ferrocarriles que de los más importantes centros se entran en España, resultando altamente estratégica si este reino o sus aliados intentarse en algún día invadir a España.
Por la misma razón de su proximidad a la frontera portuguesa, y por la de cortar sus líneas cerca de expresada frontera, sería a no dudarlo, la que importara y exportara con más facilidad y economía los artículos de comercio con Portugal.
Y si se añade a esto el cambio mutuo, necesario y continuo de los frutos semi-tropicales de la ardiente Andalucía y de la templada Extremadura, por los de la región fría, aunque feraz de Castilla se comprenderá la grandísima necesidad de construir una vía, no larga (unos 80 kilómetros) ni costosa, pues juzgo que ni en la Sierra de Gata necesita túneles ni puentes de consideración, siendo el demás terreno por dónde pasa en Extremadura y Castilla, llano y fácil, y cuya vía por su extraordinario movimiento reportaría inmensos beneficios a los constructores y sacaría del doloroso marasmo en que se hallan las comarcas por dónde pasa.
Le da las gracias por la inserción, repitiéndose suyo afectísimo amigo y seguro servidor,
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