Publicada en LA IBERIA, semanario de Ciudad Rodrigo, el 12 de junio de 1904, como respuesta a una carta anterior del Diputado a Cortes por el distrito de Ciudad Rodrigo, en la que se ofrecía a poner de su parte todo lo necesario para que el proyecto pudiera salir adelante.
Carta abierta
Sr. D. Antonio Palacios de la Puente
Muy señor mío y de mi consideración más distinguida: inmensa satisfacción me causó la lectura de su carta, inserta en el último número de LA IBERIA, contestando a la que desde las columnas de este mismo semanario, tuve el honor de dedicarle.
Faltaría a uno de los más rudimentarios deberes de cortesía, si no comenzara estos mal hilvanados renglones, dándole las más expresivas gracias por su amabilidad, para quien como yo, al dirigirme a usted, distrayéndole de sus múltiples ocupaciones, no ostentaba otro título que el de fiel amante de los intereses materiales de esta ciudad, que me viera nacer, y los de su distrito, de cuya comarca, veo con no menos placer se conceptúa usted hijo adoptivo. De ahí, y del entusiasta ofrecimiento personal que hace en su carta para la consecución del proyecto de ferrocarril de Cañaveral a Ciudad Rodrigo, la gran satisfacción que aquella me ha proporcionado, y que al igual que a mí me ocurre, habrá sucedido, sin duda alguna, a cuantos por el bien del distrito se interesen.
Desde el primer momento tengo previstas las grandes dificultades con que se ha de luchar para llevar a la práctica este proyecto: dificultades no tan grandes quizá por lo que a la concesión se refiera, cuanto por lo que con capital necesario para llevar a feliz término la obra hiciera relación; mucho más si se tiene en cuenta la apatía que a todos nos domina, y el retraimiento de ese mismo capital para emplearlo en industrias o empresas que a la vez que proporcionan un buen interés o dividendo, reportan ventajas indiscutibles al país en que aquéllas se establecen: pero asunto es este que con mucho mayor acierto del que yo pudiera hacerlo, habrá que tratarlo indudablemente la redacción de LA IBERIA, tan entusiasta de aquel proyecto, acometiendo a la vez con todas sus fuerzas la empresa por usted anunciada de crear atmósfera favorable a la construcción.
Para todo esto entendí de absoluta necesidad la cooperación de usted tan decidida y entusiasta como la ofrece, y que indudablemente había de ser y es, la base para el sucesivo desarrollo de este asunto. Obtenida está, opino que LA IBERIA se halla en condiciones de continuar con mayor entusiasmo la campaña por ella iniciada, y quiera Dios que en la ocasión presente logren convencerse nuestros capitalistas, de la importancia y utilidad del proyecto que ha de beneficiar comarcas tan feraces como la Sierra de Gata, hasta ahora aislada del resto del mundo y fuera del comercio que había de favorecer con sus riquezas.
Este concurso, conforme en un todo con usted, es el que entiendo hay necesidad absoluta de obtener, ya que el que por mi parte pudiera prestarle, créame mi distinguido amigo, puede ser perfectamente dado de mano, sin temor alguno a que por ello se malogre el proyecto.
Sin embargo, me ocupo con actividad de reunir antecedentes, completando a serme posible, los que hasta ahora poseo de tal asunto; y puede estar seguro que tendría un inmenso placer en poderle facilitar cuantos usted creyera precisos.
Mucho me complace también su resolución de exponer en números sucesivos los medios que estima más adecuados para el acrecentamiento de la riqueza de este país, tan necesitado de grandes iniciativas que logren sacarnos del estado de inercia en que desde largos años, aparecemos sumidos, y créame que con verdadera ansiedad espero su comunicado.
Repitiéndole mi gran reconocimiento por las referencias que me ha guardado, y prometiendo el envío de cuantos antecedentes llegue a reunir del asunto que ha motivado estas cartas, se reitera de usted afectísimo amigo y seguro servidor q. l. b. l. m.
M. GONZÁLEZ RODRIGO
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