PREGUNTAS 16 a 20:
16. A qué cantidad de frutos suelen montar los referidos derechos de cada especie o a qué precio suelen arrendarse un año con otro.
17. Si hay algunas minas, salina, molinos harineros u de papel, batanes u otros artefactos en el término, distinguiendo de qué metales y de qué uso, explicando sus dueños y lo que se regula produce cada uno de utilidad al año.
18. Si hay algún esquilmo en el término, a quien pertenece, qué número de ganado viene al esquileo a él y que utilidad se regula da a su dueño cada año. 
19. Si hay colmenas en el término, cuántas y a quien pertenecen. 
20. De qué especies de ganado hay en el pueblo y término, excluyendo las mulas de coche y caballos de regalo; y si algún vecino tiene cabaña o yeguada que pasta fuera del término, donde y de qué número de cabezas, explicando el nombre del dueño.
RESPUESTAS:
A la dieciséis respondieron que la cantidad de frutos de diezmos que pueda producir el término de esta villa no les es dable poderlo decir a causa de entrar y salir diezmos y sólo les parece que de los que produce el término y entran de fuera parte en la cilla y acervo común pueden montar por quinquenio en cada un año trescientas veinte fanegas de trigo, doscientas cuarenta de centeno y veintiséis de cebada, tres de garbanzos y cuatro de garrobas, cuarenta y cinco quarentales de lino, catorce pollos, noventa y tres corderos, treinta y cinco arrobas de lana, setenta libras de queso y de diezmos de becerros, brancajes y cebollas, calabazas y cerdos que se venden y parten con el nombre de San Martiniegos cuatrocientos noventa reales vellón, y trescientas cincuenta cabezas de ajos y que las primicias que se parten en dicha cilla pueden montar en cada un año cuarenta y dos fanegas de trigo, cuarenta y dos fanegas y media de centeno, doce y media de cebada, celemín y medio de garbanzos, una fanega y cinco celemines de garrobas y veinte libras de queso, cuyos diezmos y primicias constarán con más certidumbre del libro de tazmías y certificación que hubiere dado o diere el Beneficiado Curado de la Iglesia de esta villa, y que los diezmos y primicias que lleva peculiares y privativos dicho Beneficiado Curado, como va expresado en la pregunta y respuesta antecedentes, los parece que por quinquenio pueden montar en cada un año once fanegas y media de trigo, treinta fanegas de centeno y siete fanegas y media de cebada, cuatro celemines de garbanzos, seis cuarentales y veintiocho mañas de lino en rama, siete corderos, tres arrobas y diecinueve libras de lana, ciento setenta y cinco cabezas de ajos y de diezmos menudos seis reales vellón, lo que también constará de dicho libro de tazmías a que se remiten, que los diezmos que llevan privativos de sus propiedades el Deán y Cabildo de la Santa Iglesia Catedral de Ciudad Rodrigo, la fábrica de ella por la suya, el Convento de Santa Clara de dicha ciudad y Beneficio simple de esta Iglesia y Beneficio rural de San Fausto, no le pueden decir por no hallarse inteligenciados de las propiedades que gozan, sus calidades y cabidas; que el dinero del Santo Apóstol Santiago les parece que en cada un año puede montar treinta y tres fanegas de trigo y diez de centeno, que el dinero de Pilas, como va explicado en la antecedente, y percibe en cada un año el arcipreste de esta villa, monta una fanega de trigo, una de cebada y otra de centeno, que los diezmos que adeuda la segunda casa dezmera y percibe la fábrica de la Santa Iglesia Catedral de dicha ciudad con el nombre de escusado de ella, según el actual estado del que al presente lo es, les parece que por quinquenio puede montar en cada un año siete fanegas de trigo, una de centeno, treinta mañas de lino en rama, de brancajes cuarenta maravedís vellón.
A la diecisiete respondieron que en esta villa y su término no hay minas, salinas, molinos de papel, batanes ni otros artefactos y que sólo hay molinos harineros situados en el río Águeda que son: Uno propio del patronato de legos que fundó Don Juan Francisco Nuño que posee Don Antonio Valdenebro, presbítero, vecino de la villa de Gata, le trae en arrendamiento Lázaro Martín, vecino del lugar de El Saugo en precio de diez fanegas de trigo y veinte de centeno en cada un año, tiene dos piedras o muelas; otro molino sobre el mismo río con dos piedras propio de Isidro Carreño y Simón Patón, vecinos de esta villa, el que están componiendo y al presente no produce por la razón expresada y siempre que se ponga corriente merece de rentas en cada año dieciséis fanegas de trigo y ocho de centeno; otro molino con dos piedras sobre el mismo río propio de Francisco García Osorio, vecino de la ciudad de Ciudad Rodrigo, le trae en arrendamiento Ángel Matheos y Bartholomé de Zúñiga, vecinos de esta villa, por veinte fanegas de trigo y diez de centeno en cada un año, otro molino con dos piedras sobre el mismo río propio de Don Juan Antonio de Tapia, vecino de esta villa, le tiene arrendado a Bentura Matheos e Isidro Carreño y es de ello en precio de veinte fanegas de trigo y diez de centeno en cada un año; otro molino sobre el mismo río con dos piedras, que la propiedad de él pertenece a un vínculo que goza dicho Don Antonio de Tapia y su renta está cedida por los días de su vida a Doña Isabel Rábida, religiosa en el convento de Santa Clara de Ciudad Rodrigo, le traen en arrendamiento Simón y Francisco Patón, vecinos de esta villa, por renta de doce fanegas de trigo y seis de centeno en cada un año; otro molino con dos piedras sobre el mismo río y una piedra más que llaman molinilla y sólo muele ésta en verano, propio de la Pía Memoria, que fundó en esta villa Nicolás Reventado, cuyas rentas administra como patrono de ella Juan Sánchez Rodríguez, lo tiene arrendado Lázaro Hernández Carretero, vecino de esta villa, por renta cada año de dieciséis fanegas y ocho celemines de trigo y ocho fanegas y cuatro celemines de centeno; otro molino propio de Lázaro Carretero y Francisco Patón, vecinos de esta villa, el que andan reedificando con dos piedras, los susodichos y luego que esté corriente merece de renta en cada un año veinte fanegas de trigo y diez de centeno; cuyos molinos muelen todo el año con una o dos piedras según la más o menos abundancia de agua; otro molino propio de Don Antonio Gómez, presbítero, vecino de esta villa y Capellanía fundada por el mismo y se halla en término de esta villa sobre el arroyo Rolloso, tiene una piedra y sólo muele tres meses de invierno, lo tiene arrendado el dicho Lázaro Martín, vecino del Saugo, y anda dicha temporada en renta de seis fanegas y ocho celemines de trigo y tres fanegas y cuatro celemines de centeno; otro molino harinero en término de esta villa al arroyo o rivera que llaman del Batán y va para la Puebla de Azaba, es propio de Francisco Carreño, vecino de esta villa, que lo administra por sí mismo, tiene una piedra y sólo muele tres meses de invierno, merece de renta en cada año ocho fanegas de trigo y cuatro de centeno; y últimamente otro molino en término de esta villa sobre el arroyo que llaman del Ozino, es propio del médico Don Manuel de Ubalia, vecino de Ciudad Rodrigo, tiene una piedra, es temporero sólo muele tres meses de invierno, el que al presente no está arrendado y merece de renta en cada un año por dichos tres meses seis fanegas y ocho celemines de trigo y tres fanegas y cuatro celemines de centeno.
A la dieciocho respondieron que en el término de esta villa no hay casa de esquileo porque cada uno esquila y esquilma en su casa.
A la diecinueve respondieron que en el término de esta villa no hay colmenas.
A la veinte respondieron que en esta villa y su término hay y se mantienen vacas, bueyes, terneros, ovejas, carneros y corderos, machos cabríos, cabras y cabritos, cerdos y cerdas, caballos para la arriería y carga, caballerías menores, cuyos ganados por lo común y más tiempo del año se mantienen en esta villa y su término sin salir de él, aunque tienen comunidad de pastos en la ciudad de Ciudad Rodrigo y lugares de su tierra y jurisdicción y sólo salen a pastar fuera del término, como la tercera parte del año, los ganados de Juan Sánchez Rodríguez, que en dicha temporada pasta en el lugar de Majuelos, los de Don Joseph de Tapia que en igual temporada pastan en el lugar de Aldeanueva de Azaba, los de Matheo Aparicio, Juan Cepa, Alejandro González, Lorenzo Callejas y Joseph Gómez Pascual que en la misma los traen en el lugar despoblado de Sageras de Malvarín; y que las piaras de ganado lanar hay las siguientes: la de Joseph Vicente y sus hermanos menores, Joseph Gómez Pascual, Gabriel de Silva, Juan Sánchez Rodríguez, Christóbal Gómez Pérez, Juan Cepa, Joseph Sánchez del Corral, Don Manuel Camacho, Matheo Aparicio, Lorenzo Callejas, Francisco Martínez, Andrés Benito, Gerónimo González, Alejandro González, Don Joseph de Tapia, Francisco Palos y Ana Matheos y otros algunos que por tener corto número las agregan a otras pastorías y ganado vacuno la de la vez del Concejo, y boyada de la villa y sus vecinos, que se compone de bueyes, vacas, ganado holgón y terneros y las que tienen los referidos Don Joseph de Tapia, Juan Sánchez Rodríguez, Joseph Vicente, Juan Corral, labrador y otros con algunas reses mayores, y que las piaras de ganado cabrío las tienen Juan Matheos Aldeguelo, Juan Morán, Francisco Morán y Juan Sánchez Rodríguez; no pueden determinar al ciento el número de cada una de las piaras de dichas especies de ganados que las componen, remítense al que resultare tener cada una y pertenezcan a cada dueño de las que entre sí las hacen; que del ganado de cerda hay la pastoría común del Concejo, adonde cada uno por la mañana echa los que tiene y separadas las de dicho Juan Cepa, Matheo Aparicio, Lorenzo Callejas, Alejandro González, Joseph Gómez Pascual y el que tiene cada uno, resulta de sus respectivas relaciones y memoria para la cobranza de la soldada del porquero, que se le paga y lo mismo la del vaquero por cabezas, como el guarda de panes y pastos, según lo que cada uno siembra y cabezas con que come los pastos y de ello se aprovecha, lo que igualmente sucede en las pastorías de apacería.
A la diecisiete respondieron que en esta villa y su término no hay minas, salinas, molinos de papel, batanes ni otros artefactos y que sólo hay molinos harineros situados en el río Águeda que son: Uno propio del patronato de legos que fundó Don Juan Francisco Nuño que posee Don Antonio Valdenebro, presbítero, vecino de la villa de Gata, le trae en arrendamiento Lázaro Martín, vecino del lugar de El Saugo en precio de diez fanegas de trigo y veinte de centeno en cada un año, tiene dos piedras o muelas; otro molino sobre el mismo río con dos piedras propio de Isidro Carreño y Simón Patón, vecinos de esta villa, el que están componiendo y al presente no produce por la razón expresada y siempre que se ponga corriente merece de rentas en cada año dieciséis fanegas de trigo y ocho de centeno; otro molino con dos piedras sobre el mismo río propio de Francisco García Osorio, vecino de la ciudad de Ciudad Rodrigo, le trae en arrendamiento Ángel Matheos y Bartholomé de Zúñiga, vecinos de esta villa, por veinte fanegas de trigo y diez de centeno en cada un año, otro molino con dos piedras sobre el mismo río propio de Don Juan Antonio de Tapia, vecino de esta villa, le tiene arrendado a Bentura Matheos e Isidro Carreño y es de ello en precio de veinte fanegas de trigo y diez de centeno en cada un año; otro molino sobre el mismo río con dos piedras, que la propiedad de él pertenece a un vínculo que goza dicho Don Antonio de Tapia y su renta está cedida por los días de su vida a Doña Isabel Rábida, religiosa en el convento de Santa Clara de Ciudad Rodrigo, le traen en arrendamiento Simón y Francisco Patón, vecinos de esta villa, por renta de doce fanegas de trigo y seis de centeno en cada un año; otro molino con dos piedras sobre el mismo río y una piedra más que llaman molinilla y sólo muele ésta en verano, propio de la Pía Memoria, que fundó en esta villa Nicolás Reventado, cuyas rentas administra como patrono de ella Juan Sánchez Rodríguez, lo tiene arrendado Lázaro Hernández Carretero, vecino de esta villa, por renta cada año de dieciséis fanegas y ocho celemines de trigo y ocho fanegas y cuatro celemines de centeno; otro molino propio de Lázaro Carretero y Francisco Patón, vecinos de esta villa, el que andan reedificando con dos piedras, los susodichos y luego que esté corriente merece de renta en cada un año veinte fanegas de trigo y diez de centeno; cuyos molinos muelen todo el año con una o dos piedras según la más o menos abundancia de agua; otro molino propio de Don Antonio Gómez, presbítero, vecino de esta villa y Capellanía fundada por el mismo y se halla en término de esta villa sobre el arroyo Rolloso, tiene una piedra y sólo muele tres meses de invierno, lo tiene arrendado el dicho Lázaro Martín, vecino del Saugo, y anda dicha temporada en renta de seis fanegas y ocho celemines de trigo y tres fanegas y cuatro celemines de centeno; otro molino harinero en término de esta villa al arroyo o rivera que llaman del Batán y va para la Puebla de Azaba, es propio de Francisco Carreño, vecino de esta villa, que lo administra por sí mismo, tiene una piedra y sólo muele tres meses de invierno, merece de renta en cada año ocho fanegas de trigo y cuatro de centeno; y últimamente otro molino en término de esta villa sobre el arroyo que llaman del Ozino, es propio del médico Don Manuel de Ubalia, vecino de Ciudad Rodrigo, tiene una piedra, es temporero sólo muele tres meses de invierno, el que al presente no está arrendado y merece de renta en cada un año por dichos tres meses seis fanegas y ocho celemines de trigo y tres fanegas y cuatro celemines de centeno.
A la dieciocho respondieron que en el término de esta villa no hay casa de esquileo porque cada uno esquila y esquilma en su casa.
A la diecinueve respondieron que en el término de esta villa no hay colmenas.
A la veinte respondieron que en esta villa y su término hay y se mantienen vacas, bueyes, terneros, ovejas, carneros y corderos, machos cabríos, cabras y cabritos, cerdos y cerdas, caballos para la arriería y carga, caballerías menores, cuyos ganados por lo común y más tiempo del año se mantienen en esta villa y su término sin salir de él, aunque tienen comunidad de pastos en la ciudad de Ciudad Rodrigo y lugares de su tierra y jurisdicción y sólo salen a pastar fuera del término, como la tercera parte del año, los ganados de Juan Sánchez Rodríguez, que en dicha temporada pasta en el lugar de Majuelos, los de Don Joseph de Tapia que en igual temporada pastan en el lugar de Aldeanueva de Azaba, los de Matheo Aparicio, Juan Cepa, Alejandro González, Lorenzo Callejas y Joseph Gómez Pascual que en la misma los traen en el lugar despoblado de Sageras de Malvarín; y que las piaras de ganado lanar hay las siguientes: la de Joseph Vicente y sus hermanos menores, Joseph Gómez Pascual, Gabriel de Silva, Juan Sánchez Rodríguez, Christóbal Gómez Pérez, Juan Cepa, Joseph Sánchez del Corral, Don Manuel Camacho, Matheo Aparicio, Lorenzo Callejas, Francisco Martínez, Andrés Benito, Gerónimo González, Alejandro González, Don Joseph de Tapia, Francisco Palos y Ana Matheos y otros algunos que por tener corto número las agregan a otras pastorías y ganado vacuno la de la vez del Concejo, y boyada de la villa y sus vecinos, que se compone de bueyes, vacas, ganado holgón y terneros y las que tienen los referidos Don Joseph de Tapia, Juan Sánchez Rodríguez, Joseph Vicente, Juan Corral, labrador y otros con algunas reses mayores, y que las piaras de ganado cabrío las tienen Juan Matheos Aldeguelo, Juan Morán, Francisco Morán y Juan Sánchez Rodríguez; no pueden determinar al ciento el número de cada una de las piaras de dichas especies de ganados que las componen, remítense al que resultare tener cada una y pertenezcan a cada dueño de las que entre sí las hacen; que del ganado de cerda hay la pastoría común del Concejo, adonde cada uno por la mañana echa los que tiene y separadas las de dicho Juan Cepa, Matheo Aparicio, Lorenzo Callejas, Alejandro González, Joseph Gómez Pascual y el que tiene cada uno, resulta de sus respectivas relaciones y memoria para la cobranza de la soldada del porquero, que se le paga y lo mismo la del vaquero por cabezas, como el guarda de panes y pastos, según lo que cada uno siembra y cabezas con que come los pastos y de ello se aprovecha, lo que igualmente sucede en las pastorías de apacería.
Continuará...
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